La dieta antiaging pretende básicamente evitar que el cuerpo envejezca prematuramente, que el efecto biológico del envejecimiento se ralentice y que lleguemos a la vejez en las mejores condiciones posibles tanto física como neurológicamente hablando.
Tenemos a nuestro abasto todos los elementos nutritivos que necesitamos si los combinamos y los ingerimos en las cantidades suficientes.
Con la alimentación podemos actuar en distintos ámbitos:
Eliminación de aquellos alimentos que favorezcan la inflamación como: carbohidratos con alto índice glucémico y grasas saturadas y trans, así como los ricos en ácido araquidónico
Ingesta de alimentos medicamento
Restricción calórica
Aplicación de técnicas culinarias adecuadas que eviten la generación de tóxicos
Adaptación a la variedad de los alimentos frescos de temporada
Hidratación adecuada teniendo en cuenta la cantidad y la calidad del agua que ingerimos
Higiene mental que evite o minimice el estrés.
Movilización del cuerpo por medio de ejercicios que favorezcan la elasticidad, tonifiquen y combinen resistencia y fuerza.
Compra de alimentos integrales siempre que sea posible y ecológicos
Consumo de alimentos funcionales y si es necesario suplementación